posted on 2024-06-28, 15:52authored byTiago Fernandes
Abstract
This paper explains variations in patterns of civil society among third-wave democracies by comparing the cases of Portugal and Spain. In the former a civil society developed that had a tendency to be more oriented toward national issues and politics, whereas in the latter civil society tended to be more local, social, and disconnected from politics. Portugal, although having both a less developed economy and historically a weaker democratic tradition than Spain’s, was a democracy that between the early 1970s and the mid-1990s offered more opportunities for the organized civic expression of popular interests.
I argue that these different patterns of civil society were the consequence of the mode of transition from authoritarian rule. In Portugal the rupture with the nondemocratic regime took a revolutionary form. During the transition the pressures of this popular mobilization acted vigorously upon the newly created political, state, and party institutions. This opened up a path of civil society consolidation in which associations representing popular groups were more recognized and able to draw support and resources from the regime. In Spain, by contrast, the continuity with the previous authoritarian regime was stronger, and consequently the pattern of civil society that had been formed during the last years of the dictatorship tended to persist during the transition to democracy. Although Spanish civil society had become richer and denser since the late 1960s, it was still very much local and largely disconnected from politics.
Finally, I also aim to contribute to theorizing about the relationship between modes of transition from authoritarianism and the quality of subsequent democratic regimes. Much research has been done about the relationship between modes of transition and democratic consolidation, but less attention has been paid to the effects of different modes of transition on democratic quality. I argue that a revolutionary path to democracy has a positive impact on the capacity for self-organization of popular groups, thus augmenting the quality of democracy.
Resumen
Este artículo explica la variación en los patrones de organización de la sociedad civil entre las democracias de la Tercera Ola, a través de una comparación de los casos de Portugal y España. En el primero de ellos, una sociedad civil desarrollada tenía una tendencia a estar más orientada hacia la política y los asuntos nacionales, mientras que en el segundo caso la sociedad civil tendía a ser más local, más social y desconectada de la política. Portugal, aunque teniendo tanto una economía menos desarrollada como una más débil tradición histórica democrática que España, fue una democracia que entre comienzos de los 70s y mediados de los 90s ofreció más oportunidades para la expresión cívica organizada de los intereses populares.
Sostengo que estos diferentes patrones de la sociedad civil fueron la consecuencia del modo de transición desde los regímenes autoritarios. En Portugal la ruptura con el régimen no democrático tomó una forma revolucionaria. Durante la transición, las presiones de esta movilización popular actuaron vigorosamente sobre las recientemente creadas instituciones políticas, estatales y partidarias. Esto abrió un sendero de consolidación de la sociedad civil en el que las asociaciones representantes de los grupos populares eran más reconocidas y estaban en mejores condiciones de obtener apoyo y recursos de parte del régimen. En España, en cambio, la continuidad con el régimen autoritario previo fue más fuerte y consecuentemente el patrón de sociedad civil que se había formado durante los últimos años de la dictadura tendió a perdurar durante la transición a la democracia. Si bien la sociedad civil española había devenido más rica y más densa desde fines de la década de los 60s, todavía era fundamentalmente local y estaba, en su mayor parte, desconectada de la política.
Finalmente, también apunto a contribuir a teorizar acerca de la relación entre los modos de transición desde el autoritarismo y la calidad de los regímenes democráticos subsecuentes. Se ha investigado mucho acerca de la relación entre los modos de transición y la consolidación democrática, pero se ha prestado menos atención a los efectos de los diferentes modos de transición sobre la calidad de la democracia. Sostengo que un camino revolucionario hacia la democracia tiene un impacto positivo sobre la capacidad de auto-organización de los grupos populares, aumentando así la calidad de la democracia.