Abstract
The Mexican political system seeks to confine political change within a continuing one-party framework through the principle of not re-electing its presidents. Every six years the party divides over the selection of a new presidential candidate and regroups and reorganizes itself around the presidential campaign. This paper describes the public events of the PRI's 1988 presidential campaign, offering an overview of these events as political rituals. Starting with a description of the general structure of the campaign, the authors discuss the significance of ambiguity, interpretation, negotiation, and the campaign's vertical orientation. They go on to analyze the conflicting roles of the "president's people" and state bureaucrats, the contradictions between the legal principles of democracy and the hierarchical culture of the politicians, and the relation between the campaign and Mexican nationalism.
Resumen
El sistema político mexicano busca canalizar el cambio político dentro de la continuidad del uni-partidismo a través del principio de la no-reelección de sus presidentes. Cada seis años, el partido se divide en torno a la selección de un nuevo candidato presidencial y se reordena y recompone a través de la campaña presidencial. En este estudio describimos los actos públicos de la campaña presidencial del PRI de 1988, y los analizamos como rituales políticos. El artículo ofrece una visión global de lo que ocurre en esos rituales; a partir de una descripción de la estructura general de la campaña, se analiza el papel y la importancia de la ambigüedad, la interpretación y la negociación, así como la orientación vertical de la campaña, la contradicción entre los hombres del presidente y los hombres del sistema, la contradicción entre los principios legales de la democracia y la cultura jerárquica de los políticos, y la relación entre la campaña y el nacionalismo mexicano.