Abstract
This paper evaluates the impact of paid employment on Cuban women in the post-revolutionary period. The increase in women's labor force participation during this period has been substantial, and is considered a key element of Cuba's revolutionary policy. The study was conducted on a small sample of women textile workers in 1986 in collaboration with the Federation of Cuban Women, and examined changes at the level of the household, the workplace, and participation in mass organizations. The study concludes that, while there have been important gains for Cuban women at all three levels as a result of paid employment, they still face ideological and material obstacles to full equality. These obstacles stem from women's strong identification with their domestic role, which is reinforced by policies at the workplace and at the state level that do not respond adequately to the needs of women workers and continue to treat them as secondary workers in comparison to men.
Resumen
Este artículo evalúa el impacto del trabajo asalariado sobre las mujeres cubanas durante el período post-revolucionario. La participación femenina en la fuerza de trabajo se ha incrementado en gran medida; tal incremento ha sido un elemento clave de la política revolucionaria cubana. La presente investigación se llevó a cabo sobre una muestra reducida de trabajadores textiles durante 1986 en colaboración con la Federación de mujeres cubanas, examinándose los cambios ocurridos a nivel doméstico, en el lugar de trabajo, y con respecto a la participación en organizaciones de masa. La investigación arroja como conclusión que si bien han habido logros importantes para las mujeres cubanas en los tres niveles mencionados como consecuencia del trabajo asalariado, todavía enfrentan obstáculos ideológicos y estructurales para lograr una igualdad más plena. Estos obstáculos surgen de la fuerte identificación que las mujeres tienen con su rol doméstico, el cual es reforzado por políticas en las fábricas y políticas del estado que no responden adecuadamente a las necesidades de las mujeres trabajadoras, y que continúan tratándolas como trabajadores secundarios en comparación a la mano de obra masculina.